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Esperanzas de una Luna Nueva 9

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Capitulo 9: Sentimientos Confusos

El día del baile…

Pasaron los días. El rápido progreso de Onyx se hizo notar, al punto que el día anterior al baile de la cosecha, Moonlight ni siquiera tuvo que decirle nada, él fue capaz de hacerlo todo por su cuenta, solo al final ella le dijo que ya estaba listo. A pesar de todo, el pegaso estaba un poco inseguro de si podría hacerlo enfrente de tanta gente, pero no se atrevió a comentárselo a ella.

El baile comenzaría en la tarde, y se prolongaría hasta entrada la noche. Obviamente incluiría cena para todos. Los potros, como Zephir, no se mostraban tan entusiasmados con el baile como las potrillas de su edad. Romani no había parado de hostigarlo toda la semana pidiéndole que fuera su pareja, a lo que él siempre le respondía "Estás loca, bailar es para potrillas". Lo que no impidió, de todas maneras, que tuviera que ir, ya que sus padres lo arrastraron con ellos, no iban a dejarlo solo en casa.

A mitad de la tarde, más o menos una hora antes de que se iniciara el baile, ya la gente comenzaba a reunirse en la plaza del pueblo. Habían montado una tarima que habría de servir como escenario para los músicos, asi como varias mesas y sillas.

-o-

En casa de Onyx…

Luna tenia un pequeño problema, no tenia absolutamente nada que ponerse para el baile, estuvo muy ocupada enseñándole a Onyx a bailar que nunca se preocupo por conseguir un vestido, fue entonces que recordó el chaleco que Rarity le había regalado. El chaleco lucia bien, no tan formal, quizás con algo mas podría funcionar, quizás una falda, ¿pero donde iba a conseguir una? Por suerte, la abuela le prestó una, que perteneció anteriormente a la madre de Onyx, pero que había mantenido en muy buen estado. Sorprendentemente, le quedó perfecto al ponérselo.

Luna no sabía si sentirse halagada o incómoda con esto, pero no tuvo otra opción que aceptarla. Era una falda color azul oscuro, con diseño sencillo pero atractivo, junto con el chaleco de color azul turquesa con sus adornos dorados, y sus tres gemas incrustadas en los costados. Al mirarse al espejo, tuvo que admitir que el conjunto le quedaba bien y era muy ligero, lo que lo hacía perfecto para bailar.

Moonlight junto a Amber, quien también usaba un pequeño vestido de color naranja, espetaban a Onyx.

- Ya estoy listo – oyeron lo escucharon bajando las escaleras. Luna lo miró, y no pudo evitar notar, por espacio de un segundo, la similitud que tenía con aquella pequeña fantasía que había tenido días atrás. El traje que usaba, por supuesto, no era un traje de gala como el que se había imaginado, sino uno más sencillo. No obstante, se había arreglado su cabello, habitualmente alborotado, en la misma forma que Luna lo había visto en su mente, incluyendo la cola corta. Por espacio de unos segundos, se quedó sin poder pronunciar una palabra, hasta que el le habló: - Wow, Moonlight. Te ves hermosa -

- ¿Eh? – Luna salió de su trance. – Gra-gracias, tú también te vez muy bien -

- ¡Hermano! – llegó Amber de repente. – Ya estoy lista, ¿nos vamos? Vaya, Moonlight, que bonita te pusiste hoy -

- Tú también – Moonlight le sonrió.

- Diviértanse mucho – dijo la abuela. – Y no vayan a regresar muy tarde -

- Estaremos de vuelta temprano, lo prometo – Onyx extendió su pesuña hacia Moonlight - ¿Vas por mi camino? -

- Por supuesto – respondió ella, aceptándolo gustosa, aunque sin poder evitar un leve sonrojo.

Los tres salieron de la casa hacia la plaza del pueblo. Con mucho, tanto Onyx como Moonlight esperaban que en este baile no hubiese "incidentes" como el que tuvieron el día de las bromas. Pero cuando vieron de lejos a Ilia, sus esperanzas se esfumaron. Con ella cerca, no habría muchas probabilidades de tranquilidad. Finalmente, decidió optar por ignorarla.

Apenas llegaron, los ojos de todos los que estaban cerca se fijaron en ellos. Ambos parecieron incomodarse un poco, pero era de esperarse. Después de todo, Onyx nunca en su vida había asistido a ese baile, sin mencionar que su acompañante era una poni muy hermosa. Ilia, a pesar de estar del otro lado de la plaza, alcanzó a notar el pequeño tumulto que se estaba haciendo, y cuando fue a averiguar qué estaba pasando, se sintió por dentro como si hubiera un volcán a punto de hacer erupción.

- Vino con esa invasora – masculló entre dientes cuando los vio llegar.

- Hola, Ilia – sonó una voz detrás de ella.

- ¿Eh? Ah, hola, Cremia – dijo sin muchas ganas.

- ¿Qué tanto miras? – le preguntó, pero tuvo su respuesta al observar, y no pudo evitar sonreír. – Ah, vaya. Tal parece que logró que la invitara después de todo -

- ¿Qué quieres decir? – preguntó Ilia.

- Nada, que yo le comenté a Moonlight del baile – respondió la pelirroja despreocupada.

Ilia no dijo más nada, aunque estuvo a punto de soltar una expresión muy malsonante, pero de algún modo se contuvo. Seguía sin poder entender qué le veía Onyx a esa "invasora".

- Son una bonita pareja, ¿no crees? – sin saber que estaba enfureciendo a la bestia.

- Buf, sí como no – gruñó la rubia – No sé que le ve, si apenas la conoce -

- Uhh… ¿qué fue eso? ¿Detecto celos acaso? -

- ¿Celos? ¿Perdiste la razón? – La boca de Ilia seguía negándo, aunque su lenguaje corporal decía otra cosa. - ¡Por favor! -

- Si tú lo dices. Solo te voy a dar un consejo. Más te vale no hacer tonterías hoy -

- ¿Yo? Por favor -

- Te estare vigilando. Asi que mejor dejalos en paz a ambos -

Cremia se fue, dejando a Ilia sola nuevamente. La rubia se sentía tan furiosa, que no podía hacer otra cosa que mirar a la feliz pareja, y casi atragantarse de bocadillos de la mesa, en un intento, inútil intento de controlar su rabia. Y justo en ese instante, desde el escenario anunciaron:

- ¡Atención todos, cada quién tome a su pareja, y que comience el baile! -

La banda echó mano de sus instrumentos, y comenzaron a tocar una melodía muy alegre. Amber se fue a corretear por ahí con la pequeña Romani, que andaba persiguiendo a Zephir para obligarlo a bailar con ella, algo que el potro no estaba dispuesto a hacer. Onyx, por su parte, se sintió algo nervioso mientras sonaba la música.

- ¿Qué esperas, Onyx? – preguntó Luna.

- No sé si pueda enfrente de tanta gente-

– Olvídate de ellos -

- Pero… -

- Imagina, que solo estamos tú y yo – insistió – Como en las lecciones -

Onyx tomó un profundo respiro. Decidió desintonizarse de todo mundo a su alrededor. Recordó lo que le había dicho sobre mantener contacto visual con su pareja. Sí, eso era, solo tenía que enfocarse en los ojos de Moonlight, nada más. No tenía que estar pendiente de nada a su alrededor. Ya con determinación, sujetó la cintura de la unicornio y ambos comenzaron a bailar, tal y como ella se lo había enseñado.

Los rostros del corcel y la unicornio se acercaron mucho, a tal punto que podían sentir el aliento del otro. El embriagador aroma del perfume de Moonlight inundaba las fosas nasales de Onyx. Luna siempre se preocupa de su aseo personal, incluso en este viaje, aun sin su maquillaje habitual, siempre se preocupaba por verse bien. De nuevo solo eran el y ella bailando como si nada mas existiera en el mundo

Luego de un par de canciones ambos ya habían atraído la atención de varios conocidos para ambos, quienes nunca lo veían en esos bailes, pero ahí estaba, y había hecho una entrada bastante triunfal. Ni siquiera él mismo lo podía creer.

Continuaron bailando, y se estaban divirtiendo tanto que solo fue al cabo de unas tres canciones más que Moonlight le sugirió a su acompañante si podían sentarse un momento, a lo que Onyx asintió. Aprovecharon para ir a una mesa para tomarse algo, a ambos les había dado sed de tanto bailar.

- Uff, no sabía que los bailes podían ser tan divertidos – dijo el pegaso, echándose casi de un trago una copa de ponche.

Mientras ella misma también se servía algo de ponche, se les aproximó Cremia, que también había venido al baile.

- Hola, chicos, ¿qué tal? -

- Hola, Cremia – saludaron Onyx y Moonlight.

- Qué cosa rara verte en un baile, Onyx – comentó la pelirroja.

- Moonlight me convenció-

- Pero tú fuiste el que me invitó ¿Y tú viniste sola, Cremia? –

- Bueno, vine con Apple Tarty y Romani – dijo Cremia, sonriendo. – Ustedes dos están atrayendo mucho las miradas. Sí que saben bailar -

- Agradécelo a Moonlight. Fue ella quien me enseñó -

- ¿En serio? Pues debes haber sido una muy buena maestra. Debo confesarlo, me dan un poco de envidia. Ya saben, como yo no conseguí pareja, y… -

Moonlight y Onyx dejaron de sonreír. Cremia parecía algo triste con eso. Si bien para entonces estaba claro que el pegaso solo la veía como amiga, miró a su compañera como preguntándole si podía bailar con la pelirroja un rato. Luna pareció leerle el pensamiento, y le hizo un gesto con la cabeza que pareció decir que sí.

- ¿Quieres bailar conmigo un rato? -

- ¿Eh? ¿De verdad? Pero, y Moonlight… -

- Por mí no hay problema. Solo un rato, no tiene nada de malo. Y creo que podría descansar unos minutos -

- Bueno… ya que lo pones de esa manera, gracias – dijo Cremia sonriendo – Y no te preocupes, no tardaré mucho en devolvértelo – le guiñó el ojo antes de irse con el pegaso de regreso a la pista de baile.

Luna se sonrojó un poco con el comentario, pero sonrió. Cremia parecía alegrarse de que las cosas fueran tan bien entre los dos. En serio era una buena chica. Aparte, por lo que alcanzó a ver desde donde estaba, Cremia y Onyx realmente solo estaban bailando como amigos. Sin más, fue a sentarse un rato en un rincón apartado, y se sirvió una copa de ponche.

- Oye, Moonlight – dijo Amber de repente. - ¿Y mi hermano? -

- Está allá, bailando con Cremia –

- ¿Y por qué hace eso? – Preguntó la potrilla – Si el vino contigo. ¿Eso no te molesta? -

- Claro que no ¿Por qué iba a molestarme? Si somos amigos -

- Hmm… - Amber la miró no muy convencida.

- ¡Amber! – escucho gritar a Romani - ¡Ven y ayúdame, ese tonto de Zephir todavía se me sigue escapando! -

- ¡Ayayay, ya voy, no me jales! – grito igualmente la pequeña unicornio mientras Romani la arrastraba de una pata.

Luego de que las dos niñas se fueron, Luna se estiró un poco, no le cabía duda de que Onyx era un excelente compañero de baile, el mejor que jamás había tenido en su vida. Por primera vez estaba pasándola bien en un baile, y por lo que parecía él también. Ya después de haber descansado un rato, y que Cremia se lo "devolviera", bailaría con él una o dos canciones más antes de irse. Estaba tan absorta en sus pensamientos, que no notó que se le acerco una pegaso de pelaje gris, su cola y crin de color rojizo y al lado derecho de su cabeza descansaba un rulo imposible que se enroscaba de manera graciosa, tenia ojos azules y su cutie mark era una brocha con un poco de pintura. Llevaba un vestido de color carmesí.

- Hola- saludo la pegaso- ¿Te importa si me siento?-

- No para nada- respondió Luna- Me haría bien la compañía-

- Gracias- dijo sentándose junto a la unicornio- Que gran baile no crees, no recuerdo la ultima vez que baile tanto, por cierto soy Scarlet Blush-

- Moonlight- respondió ella- Encantada-

- El placer es mio- contesto Scarlet- Hacen una muy linda pareja- dijo de repente la pegaso

- ¿Cómo dices?-

- Tu y el pegaso con quien bailabas-

- No, no solo somos amigos-

- Yo no lo creo-

- ¿Eh? ¿A qué te refieres con…? –

- Es obvio que tu le gustas-

Toda la cara de Luna se puso al rojo vivo. - ¡El y yo solo somos amigos! -

- ¿Amigos? No creas que no vi como se miraban al bailar. El te gusta, y a leguas se ve que tú también-

- Bueno… - El color rojo desapareció de la cara de Luna, aunque no del todo. – Él es… no puedo evitarlo. Es un chico muy amable, es gentil y muy valiente. -

- No olvides que además es muy apuesto – completó Scarlet sin pena alguna. Luna desvió la mirada.

- Sabes, yo que tú no lo dejaría escapar. Es un buen prospecto-

- Hmm… - Luna comenzaba asentirse un poco incomoda con la conversacion - ¿Por qué me dices esto?-

- Por que conozco a Onyx desde hace tiempo y jamás lo había visto tan feliz junto a alguien, que me daría mucha alegria que al fin encontrara a esa poni especial-

¿Poni especial? ¿Ella y Onyx? para Luna, el pegaso se había convertido en su mejor amigo, pero eso no quería decir que… ¿O sí? No podía decir que no le gustaba Onyx, pero el sentiría lo mismo, no estaba segura de eso.

- ¿De donde conoces a Onyx?- pregunto Luna con curiosidad pero con un tono acusador.

Scarlet abrió la boca pero antes de que pudiera contestarle…

- Hey, Moonlight…- grito el pegaso acercándose a la mesa pero noto que no estaba sola y rápidamente reconoció a la otra poni junto a ella- ¿Scarlet?-

- Tiempo sin verte, Onyx- dijo la yegua levantándose y abrazando al pegaso- ¿Cómo has estado?-

- Ya sabes todo bien, pero ¿Cuándo llegaste? Pudiste avisarme-

- Sabes que nunca me pierdo un festival de la cosecha- contesto ella- llegue apenas hoy pero no estare mucho tiempo, ya sabes… trabajo-

- Lo entiendo, ¿viniste sola?-

- Obvio no, vine con Noru y Den- señalando a un pegaso rubio de color rojo con un traje de gala de un color rojo mas oscuro y su pareja una unicornio rubia de color azul claro con un vestido azul. La unicornio tenia una cara de enfado mientras el pegaso no paraba de reir mientras bailaba. – No esperes que vengan a saludar como ves se están divirtiendo mucho-

- Mas el que ella- añadió Onyx- ¿Cómo convenciste de Noru de venir?, que yo sepa odia esta clase de cosas-

-Larga historia, te la contare despues-

- Veo que ya conociste a Moonlight-

- Si, es una chica agradable-

Onyx y Scarlet continuaron platicando un buen rato, Luna se sintió excluida y durante ese tiempo no dejaba de mirar a la pegaso pelirroja con cierta malicia, inconscientemente apretaba la mandibula y sentía ligeras punzadas en el pecho, pero no entendía por que.

- Bueno me dio gusto verte Onyx. Pero debo retirarme-

- En serio debes irte- exclamo el con cierta desilusion- pero acabas de llegar-

- Como dije el trabajo es trabajo, me gusto mucho verte- se acerco al oído del pegaso, susurrándole "no lo eches a perder" dejando desconcertado a Onyx con ese comentario.- Cuidate, salúdame a la abuela, al abuelo y especialmente a Amber. Nos vemos- se despidió de Moonlight.

Luna levanto la pesuña despidiéndose de la pegaso. Pero que fue lo que sintió hace un momento ¿Celos, acaso? No, eso no podía ser eso, ¿o si?

- ¿Quién era ella?- pregunto Luna con cierto tono alto. ¿Por qué estaba actuando asi? No lo entendía.

- Hey tranquila - respondió el tranquilamente- Era mi prima Scarlet. Viene cada año de Baltimare, al festival de la cosecha, nunca se pierde uno-

- ¿Prima?-

- Si, prima ¿Por que te pusiste asi?-pregunto el pegaso sin entender la reacción de la unicornio

- Bueno yo…- sintió un leve rubor en sus mejillas, en verdad había sentido celos-…Nada- respondió finalmente- Mejor vamos a bailar un poco mas- dijo ella levantándose de la mesa y jalando a Onyx de regreso a la pista de baile.

La banda comenzó a interpretar una canción lenta. Era la canción más lenta que había sonado en todo el baile, y las parejas comenzaron a acercarse más mientras la bailaban. Particularmente, para Luna y Onyx el tiempo parecía haberse detenido. La princesa de la noche yacía casi como dormida en el pecho de él, mientras él la abrazaba. Era extraño, pero en ese momento, estando en los brazos de Onyx, se tenía la sensación de estar, por decirlo de alguna manera, segura, protegida, como si hubiera encontrado un refugio en el qué descansar, y en el que estaba a salvo de todo.

Mientras tanto, del otro lado, Ilia seguía en la misma silla donde había estado casi todo el baile. Ya se había hartado con casi todo lo que había en la mesa, así que ya no podría desfogar su rabia en los bocadillos. Parecía que no parpadeaba en lo más mínimo, ya que mantenía la vista fija en la feliz pareja, quienes por alguna razón parecían haberse acercado aún más con la canción que estaba sonando en ese momento. Cremia pasó por ahí, y se sorprendió de encontrarla exactamente en el mismo lugar donde la había dejado.

- No es posible, Ilia, ¿aún sigues allí? – preguntó. - ¿Qué te pasa, por qué no sales a bailar? -

- No estoy de humor – repuso Ilia, de malas pulgas.

- Cielos… si no vas a bailar, ¿entonces para qué viniste? –

- A mirar como esa invasora se divierte de lo lindo con Onyx – Parecía hablar sin pensar.- No sé qué es lo que le ve… No entiendo por qué no me puede sonreír y hablar como lo hace con ella -

- Tal vez sea porque Moonlight es más madura, y no anda tras de él como una acosadora obsesiva – comentó Cremia como sugerencia.

- ¿Quién es una acosadora obsesiva? – Ilia gritó tan fuerte que llamó la atención de la gente que andaba cerca.

- Solo di mi opinión, no es para que te lo tomes como algo personal – respondió calmadamente – Pero aún así… no puedo evitar pensar que él ve algo en ella que no ve en nadie más -

Ilia soltó un gruñido: no necesitaba que le dijeran lo obvio. Sí, esa chica tenía algo, pero, ¿qué era ese algo? ¿Cómo era capaz de atraer la atención, y más aún, la confianza y el afecto de Onyx, aparentemente sin esforzarse en lo más mínimo? ¿Y por qué ella no podía hacer lo mismo? La rabia dentro de Ilia, por no tener respuestas a sus preguntas, siguió acumulándose, hasta que, como dos minutos después iniciara la canción, y en lo que notó que Onyx comenzaba a acariciarle el cabello a Moonlight, rebasó su punto máximo de tolerancia.

- "Ya no aguanto más" – grito en su mente mientras se paraba de la silla.

- Ilia, ¿a dónde vas? – preguntó Cremia.

Sin poder frenar más sus "impulsos asesinos", comenzó a caminar abriéndose paso por entre los ponis sin molestarse en pedir permiso con educación. Todo mundo se preguntaba cuál sería su problema, pero a ella eso no le importaba. Solo tenía una idea fija en la cabeza: ir hasta donde estaban Moonlight y Onyx, y separarlos inmediatamente. Cuando finalmente llegó hasta ellos, se plantó entre los dos, y los apartó bruscamente.

- Muy bien, se acabó la fiesta. Ya lo tuviste para ti un buen rato, ahora es mi turno -

- Oye, Ilia, ¿qué te pasa? – dijo Onyx, evidentemente muy molesto de que llegara de esa manera.

- Dejaste que Cremia bailara contigo aún cuando viniste con… ella, ¿no? Lo justo es justo, yo también me lo merezco -

- Esfúmate, no nos molestes – respondió Onyx empujándola suavemente intentándola alejar de Moonlight

- Onyx, si ella… -

- ¡Tú no te metas! – gritó Ilia, sorprendiendo a Moonlight, y atrayendo las miradas de todos a su alrededor. - ¡Todo esto es tu culpa! -

- ¿De qué hablas? – Luna no entendía.

- ¡Por tu culpa, Onyx no me presta atención! ¡Si no te hubieras aparecido aquí…! ¡No sé que es lo que te ve, pero no dejaré que te quedes con él! – explotó finalmente.

- ¡Ilia! -

Onyx y todos los demás estaban demasiado sacados de onda como para moverse o tratar de interferir.

- ¡Eres una estúpida, desgraciada, invasora! – gritaba Ilia, con el rostro al rojo vivo de la rabia.

Luna poseía la fuerza y la magia suficiente para defenderse por ella misma de Ilia decidió no utilizarlos, no deseaba llamar la atención, asi que en un intento por quitarse de encima a la poni necaprichada se echó a correr hacia la tarima. La banda había dejado de tocar, desconcertada por el alboroto. Ilia enfurecida corrió tras ella, mientras los ponis se apartaban a su paso. Fue entonces que el pegaso finalmente se decidió a actuar, y fue tras ellas. Luna se subió a la tarima, al igual que Ilia, pero Onyx se quedó abajo, intentando mantener una distancia segura, pero sin perderlas de vista.

- Ilia, por favor… - decía Luna tratando de calmarla. - ¿No podemos hablar de esto? -

- ¡No hay nada qué hablar! – grito la ojiverde - ¡Me lo robaste! ¡Él era mío, entiendes! ¡MÍO! -

Y se lanzó a tratar de empujarla. Luna la evitó, y aún seguía intentando convencerla de que no había necesidad de hacer eso. Finalmente, en un instante, Ilia pareció calmarse. Creyendo que podrían hablar con calma, Luna se acercó a ella...

- ¡Vas a caer, invasora! – gritó Ilia riendo maquiavélicamente, mientras la empujaba fuera de la tarima.

- ¡AAAAAAAAAHHH! -

- ¡Moonlight! -

Todo fue un truco. Ilia fingió calmarse para que Luna bajara la guardia, y cuando lo hizo, se le escurrió por detrás y la empujó fuera del escenario, sería muy divertido verla estamparse de cara en el suelo. Con suerte, quizás hasta se rompiera la nariz o algo… pero para su infortunio, precisamente en el momento en que caía, Onyx estaba abajo, listo para atraparla. Ella iba… ¡directo hacia sus brazos! Pero la fuerza de la caída causó que los dos fueran a parar al suelo, ella encima de él. Y por si no bastara con el hecho de que hubieran quedado en una pose bastante comprometedora frente a todos…

- ¡AAAAAAAAARRGHH! – Ilia lanzó un desgarrador grito, no podía creer lo que estaba viendo.

Luna había caído encima de Onyx, y por efecto de la caída, los labios de ambos habían terminado juntándose. Los dos se quedaron ahí, paralizados y con las mejillas al rojo vivo, incapaces o indispuestos a hacer algún movimiento, ante las atónitas miradas de todos los presentes. Se había hecho un silencio sepulcral, que se rompió con otro grito de Ilia.

- ¡NO PUEDE SER! ¡LA INVASORA ME ROBÓ EL PRIMER BESO DE ONYX! – gritó a los cuatro vientos, derramando torrentes de lágrimas, que más que de tristeza eran de pura rabia. - ¡NO ES POSIBLE, NO, ESTO NO PUEDE SER! -

Y salió disparada fuera de ahí. Cuando toda todo poni se fijó más en el berrinche de potrilla que hizo Ilia, Moonlight y Onyx volvieron a pararse, pero aún incapaces de pronunciar una palabra, o de verse a los ojos.

- ¡Hermano! ¡Moonlight! – apareció Amber, abriéndose paso como podía entre la multitud. – Oigan, ¿qué pasó? -

- Amber… yo creo que… ya tuvimos suficiente… por hoy – dijo Onyx, aún algo agitado con todo lo que acababa de pasar. - ¿No estás de acuerdo, Moonlight? -

- ¿Eh? S-sí, estoy de acuerdo. Vámonos ya -

Onyx subió sobre su lomo a Amber, y emprendieron la retirada. De todas maneras el baile de la cosecha ya iba a terminar, y con lo que acababa de suceder, quizás lo mejor era alejarse de todo, y de todos, lo más pronto posible. Amber siguió preguntando de camino a casa, pero Onyx y Moonlight no quisieron, o no pudieron, decir absolutamente nada.

-o-

Luna estaba sentada en el borde de su cama, aún llevaba puesto el chaleco que Rarity le regalo. Su corazón aún continuaba imparable, y no era una sorpresa. Seguía sin poder creer lo que había pasado apenas hacía unas horas. Había sido un accidente, desde luego, pero no cualquier clase de accidente. Se había besado con Onyx frente a todo el pueblo.

Lo cierto era que, a pesar de que había sido por pura casualidad que Ilia eligió aquel preciso momento para armar aquella escena, y que con toda la intención de lastimarla o algo peor quiso tirarla del escenario, no le había resultado del todo desagradable ese beso. Onyx tenía los labios suaves y cálidos… había sido una sensación increíble.

- "¿Qué me pasa?" – se preguntaba. – "¿Por qué… por qué me siento tan extraña? ¿Acaso… será que…?" -

¡KNOCK! ¡KNOCK! Unos golpes en la puerta interrumpieron sus pensamientos.

- Adelante – dijo casi por reacción.

La puerta se abrió ligeramente, Onyx se asomó sin entrar por completo, sonreía nerviosamente.

- H-hola – dijo, temblando un poco. – Ehm… ¿podemos hablar? -

- Claro – dijo ella, corriéndose hacia un lado, y haciéndole un gesto para que se sentara junto a ella.

Fue y se sentó en la cama junto a Luna. Los dos se miraban fijamente, como esperando a que el otro iniciara la conversación. Pero ambos estaban tan nerviosos y confundidos que no sabían qué decir.

- Yo… - dijeron los dos al mismo tiempo, deteniéndose al ver que el otro quería hablar.

- Habla tú primero – dijo Onyx.

- Bueno… quizás lo que yo tengo que decir no sea… tan importante – dijo Luna.

- ¿Es sobre el… bueno, sobre lo que pasó en el baile? – preguntó Onyx.

Luna tragó en seco, Onyx acababa de dar en el clavo. Así que eso era. Él también quería hablar sobre eso. Luna no estaba segura de si quería volver a tocar ese tema, pero después de unos segundos, decidió que sería mejor dejarlo salir. Tal vez le ayudara a sentirse mejor desahogarse al hablarlo.

- Si no quieres no te voy a… -

- No, está bien. La verdad, siento que… que sería mejor hablarlo. -

- Sí, yo también. Estás… algo confundida, ¿no?

- Sí. Sabes, yo nunca… nunca en mi vida… había besado a nadie -

- ¿En serio? – preguntó, a lo que Luna asintió con la cabeza. – Bueno… yo tampoco. Nunca creí que… que mi primer beso iba a ser… accidental -

Luna no dijo nada, pero asintió. Ella estaba sintiéndose de la misma manera. Tres mil años de edad y nunca había besado a nadie. Los mortales están acostumbrados a este tipo de deseos, ella no. Lo que menos se esperaba era dárselo así, de esa manera tan brusca e inesperada. Sin duda nadie se espera que su primer beso sea a causa de un accidente.

- Aunque… no estuvo del todo mal – dijo Onyx, sin saber muy bien por qué.

- ¿Cómo dices? -

- Quiero decir… bueno, tú realmente me… - Onyx se frenó en ese momento. No estaba seguro de querer usar esa palabra, sin saber si ella pensaba lo mismo. – Lo que quiero decir es… bueno, tú eres… diferente de todas las chicas que he conocido. -

- ¿Diferente? – preguntó aunque por alguna razón, creía saber lo que Onyx quería decir.

- Estoy confundido. – dijo Onyx. – No sé por qué, pero… últimamente no he podido sacarte de mi mente. Sé que no tenemos mucho tiempo de conocernos, pero… de alguna manera, siento como si te conociera de toda la vida -

- Si he de ser sincera… yo me siento igual. – exclamo Luna. – Sé que antes te consideraba mi amigo, pero ahora… ya no estoy tan segura. Mis sentimientos… han cambiado -

- Hmm… ¿qué es lo que nos pasa? –

- No estoy segura. Tal vez… necesitemos algo de tiempo, ya sabes, para pensar con claridad- respondió Luna

- Sí, tal vez. – dijo el pegaso poniéndose de pie. – Bueno, te dejo para que descanses. Perdón por molestarte -

- No, está bien – sonrió Luna. – La verdad… creo me siento mejor, después de hablar contigo. Gracias -

- No me agradezcas, de hecho, yo también me siento mejor – le devolvió la sonrisa. – Buenas noches -

- Buenas noches – dijo Luna, acto seguido, Onyx salió y cerró la puerta.

Después de que Onyx se fue, Luna continuó pensando. Se sintió un poco aliviada de saber que él estaba tan confundido como ella sobre lo que había pasado. Lo cierto era, y ella lo sabía muy bien, que sus sentimientos por Onyx habían cambiado desde que se conocieron. Había sido poco tiempo en realidad, sin embargo, ambos habían compartido mucho en ese período, y ella había comenzado a sentir por él algo realmente muy especial. Un sentimiento desconocido, pero hermoso, y muy fuerte, algo que no había sentido por nadie en su vida.

En ese instante, vinieron a su mente unas palabras que Cadance le dijo antes de partir: "La confianza es la base de todo tia Luna. Sobre la confianza se construye amistad. Sobre la amistad se construye cariño. Y dado el tiempo suficiente… el cariño puede convertirse en amor"

- "Amor…" – pensó Luna, recostándose sobre su almohada.

Celestia le había dicho, justo antes de morir, que se casara por amor, con alguien que supiera valorarla. ¿Acaso era Onyx ese poni especial? ¿Era amor lo que estaba sintiendo por él en ese momento? Haciendo memoria, Onyx se ganó su confianza casi de inmediato, cuando él la salvó de aquellos bandidos. Al pasar el tiempo, llegó a considerarlo como su mejor amigo, con todo lo que compartían. Y a fuerza de pensar en él, tuvo que admitir que, casi sin darse cuenta, había empezado a sentir por él un vivo cariño, más allá del hecho de que fuese su amigo. ¿Se había apoderado ese cariño de su corazón al grado de convertirse en amor? Todo era demasiado confuso. Pero no pudo evitar pensar que, con todo, Onyx era un pegaso valiente, leal, esforzado en lo que hacía, que nunca le daba la espalda a quien lo necesitaba, y que se preocupaba por los demás antes que por él mismo, siempre procurando ser útil y sin esperar nada a cambio.

- "¿Será que… por fin he encontrado… a mi poni especial?" – pensó- "Dijo que estaba confundido quizás no sienta lo mismo ¿Como podre estar segura de que el verdaderamente siente por mi?"- cerro los ojos, ella sabia cómo pero hacía tiempo que se había prometido asi misma no hacer uso de su magia para su beneficio, sin embargo no había otra opción- "Solo hay una manera de saberlo… no me siento bien haciendo esto… debo ver sus sueños"- dijo mientras sus ojos se tornaban blancos y brillantes…

Continuara

capitulo 8: [link]

capitulo 10: [link]
© 2013 - 2024 IvAnhell
Comments3
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StEbAnRoPeRo's avatar
¿Quien lo diría? Poco a poco se va moldeando y luego llegamos al punto de no retorno. Pronto habrá una relación :). Aunque creo que a esto le falta un poco más antes de terminar (lo cual es genial para mí).

Oye, algo que me preocupa es que tu personaje se convierta en un Mary Sue. Haz el test y luego me dices